10 Lugares más contaminados del planeta

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Norilsk

Norilsk

Según diversos estudios realizados, la ciudad rusa de Norilsk es una de las diez ciudades más contaminadas del planeta por la perjudicial actividad de su industria minera y metalúrgica.

En Norilsk se funde una quinta parte de todo el níquel del mundo, lo que provoca nubarrones de humo y lluvia ácida. Algunas fuentes consideran que el 1% del dióxido de sulfuro de todo el mundo se emite desde esta ciudad de Rusia.

Este eternamente helado territorio, se encuentra al norte del Círculo Polar Artico y lo habitan más de 230 mil personas, lo que lo convierte en el núcleo urbano más grande en el norte de Siberia.

La MMC Norilsk Nickel opera en la zona y genera empleo a sus habitantes. El problema está en que la empresa genera muchos puestos de trabajo pero a costa merma la salud de los habitantes diariamente.

Algunos datos registrados sobre esta ciudad son escalofriantes. Norilsk no tiene un solo árbol vivo en un radio de 48 kilómetros, debido al ácido que contiene la lluvia; la nieve cuando cae es de un color oscuro que se aproxima al negro, el aire huele a azufre porque está contaminado por partículas de metales pesados como el níquel, el cobre, el cobalto, el plomo o el selenio.

Todo esto ha llevado a que la mortalidad infantil de Norilsk sea la más alta de Rusia, ya que casi un 16% de las muertes de niños del país se producen allí y la esperanza de vida en este desolado territorio es de 46 años.

La Oroya

La Oroya

A 3750 metros de altura en la cordillera de Los Andes y a 176 kilómetros al noreste de la capital de Perú, se sitúa La Oroya. Una ciudad en la que su gente está condenada a muerte antes de los 40 años de edad.

Cuenta con más de 35 mil habitantes y según un informe de la federación internacional de derechos humanos, la población ha estado expuesta a altos niveles de contaminación del aire debido a las emisiones tóxicas del complejo industrial situado allí, que incluyen plomo, cadmio, arsénico y dióxido de azufre.

La ciudad peruana de La Oroya, ha estado siempre catalogada en el ranking de las ciudades menos recomendables para vivir en el planeta. Su triste y máximo récord fue en el 2011 en que quedó segunda en el ranking de las ciudades que tienen el aire más tóxico en el orbe.

Investigaciones independientes realizadas en el lugar revelaron que el 97% de los niños y niñas de entre 6 meses y 6 años y el 98% de los infantes que tienen de 7 a 12 años presentan niveles elevados de plomo en la sangre. Además un estudio realizado por pediatras demostró que hasta los recién nacidos llegaban al mundo con preocupantes niveles de plomo en sangre.

Hazaribagh

Hazaribagh

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el 90 por ciento de los trabajadores de las fábricas de cultivo de Hazaribagh va a morir antes de cumplir los 50. La mitad de unos 8000 ya padecen enfermedades respiratorias y desgraciadamente muchos de los trabajadores son niños.

Las curtidurías que exportan cuero por valor de cientos de millones de dólares para productos de lujo alrededor del mundo, vierten sustancias contaminantes a las comunidades que las rodean. El olor que se respira en este lugar te atrapa desde manzanas de distancia, parece una mezcla de huevo podrido, carne podrida y amoniaco que se agarra fuertemente a la garganta.

Un informe de más de 100 páginas elaborado sobre el lugar, documenta las crisis de salud y seguridad entre los trabajadores de estos establecimientos que incluye enfermedades cutáneas y respiratorias provocadas por la exposición a los productos químicos y amputaciones de extremidades provocadas por accidentes con maquinaria peligrosa, ya que las medidas de seguridad de las máquinas son pésimas.

Los residentes del barrio de Hazaribagh se quejan de dolencias como fiebres, enfermedades de la piel, problemas respiratorios y diarrea provocados por la contaminación extrema de la atmósfera, el agua y el suelo.

Isla Basura

Isla Basura

La llamada isla de la basura también conocida como, sopa de plástico, sopa tóxica, gran parche de basura del Pacífico o el gran remolino de basura del Pacífico, se conoció hace relativamente muy poco. Pero no tardó en hacer aún más evidente la enorme y ya vieja problemática de la contaminación, la de la estúpida forma en la que vivimos y continuamos tratando el medio ambiente.

La basura de la tierra, lejos de terminar en la tierra termina en los océanos y este gran remolino de basura es la vergonzosa prueba de ello.

En el pacífico norte hay un vórtice de corrientes oceánicas en el que queda atrapado todo el plástico vertido al mar, que a su vez arrastra y atrapa a otros desperdicios.

Miles de millones de residuos plásticos, desperdicios y todo tipo de basura flotan en el océano como si se tratara de pequeñas islas, una junto a otra y se distribuyen en el agua a lo largo de kilómetros y kilómetros.

La alta concentración de plástico limita la vida del plancton fotosintético en esas aguas. Plancton, que en su conjunto con el del resto de los océanos, es el responsable de un tercio de la producción del oxígeno atmosférico. Además la acción de la luz solar sobre estos polímeros puede dar lugar a la formación de sustancias altamente tóxicas.

El efecto tóxico puede ser causa directa de muerte de miles o millones de peces y aves. Pero las toxinas no se quedan en los animales que mueren, sino que pueden llegar de vuelta a nosotros y de forma concentrada en mucho del pescado que consumimos.

Río Citarum

Río Citarum

Por miles de años el Río Citarum corrió limpio y abundante de vida a lo largo de 350 kilómetros. Significó fuente de alimentación y transporte para refinadas civilizaciones desde el siglo cuarto antes de Cristo. Pero a la sociedad moderna le bastaron 40 años para destruirlo y convertirlo en un torrente de infecciones, desechos industriales y flujos tóxicos.

Restos de peces muertos, basura acumulada, alimentos descompuestos, residuos químicos y un olor nauseabundo, es la herencia humana dejada a este río indonesio; el más contaminado del mundo sin ningún vestigio de agua limpia.

El manto de basura que cubre su caudal, en el cual antaño se pescaba, es de tal espesor que su único rol es el de vertedero sobre el cual los barqueros buscan desperdicios para vender por un puñado de monedas. Además de los productos químicos que van a parar al río, también lo hacen los desechos humanos.

Todo esto provoca que el río sea un torrente de infecciones pero para los vecinos de los barrios más míseros, levantados en la orilla, continúa siendo un río del cual sacan cubos de un líquido que filtran con pedazos de telas de algodón y que una vez hervido beben.

Fukushima

Fukushima

El desastre nuclear de Fukushima fue considerado como el mayor desastre de tipo nuclear desde Chernóbil. El origen se debió a un terremoto de 9 grados con epicentro en el mar al este de Japón.

Este sismo desencadenó un tsunami con olas de hasta 15 metros de altura y además de causar miles de muertos heridos y desaparecidos, dañó seriamente la central nuclear de Fukushima.

El accidente nuclear de Fukushima no provocó víctimas mortales de forma directa, aunque si dejó un rastro de contaminación por radioactividad que tendrá que pasar mucho tiempo para que desaparezca.

Entre septiembre y diciembre de 2011 el porcentaje de población con contaminación detectable dentro del cuerpo era del 55% en adultos y el 38% en niños. El cáncer de tiroides afectó a 109 niños de Fukushima según datos de la administración sanitaria.

A día de hoy, las riberas de los ríos de Fukushima, donde se sitúa la central nuclear accidentada en 2011, presentan altos niveles de contaminación radiactiva. El impacto radiológico de la catástrofe nuclear en el medio acuático, con consecuencias tanto para la salud humana como para el entorno, no se limitan a los primeros años tras el accidente.

Sus emisiones y vertidos radiactivos resultantes mantienen aún evacuadas a miles de personas que vivían junto a la central y han afectado gravemente a la agricultura, la ganadería y la pesca local.

Chernóbil

Chernóbil

El accidente de la central nuclear de Chernóbil se produjo el 26 de abril de 1986, y fue la mayor catástrofe nuclear de la historia. La explosión tuvo lugar en el cuarto bloque de la central nuclear de Chernóbil situado a sólo 120 km de la capital de Ucrania.

En aquella época, la central nuclear de Chernóbil, era una de las más grandes del mundo y estaba dedicada a un programa militar estratégico del ejército soviético.

Los territorios en un radio de 50 kilómetros en torno a Chernóbil no podrán ser habitados nunca. Entre esos territorios se encuentra la famosa ciudad de Prípiat, que ahora solo está habitada por animales y personal que se encarga de vigilarla.

Pero el problema, es que 5 millones de personas viven en la actualidad en las zonas contaminadas por la explosión del reactor en los territorios de Ucrania, Rusia y Bielorrusia. Aunque parece que el nivel de radiación en el suelo es menor, en realidad es cada vez mayor el número de personas contaminadas.

La gente se contamina porque consume alimentos contaminados con radiación que se encuentra en el subsuelo y muchos de esos productos también llegan a otras regiones. En las zonas contaminadas, la mortalidad es hasta el 4% mayor que en otras regiones y en los próximos 15 años supondrá la muerte de al menos 300.000 personas.

Chernóbil está administrada actualmente por una entidad estatal, encargada de su seguridad y de ejecutar un programa para el desmontaje de los reactores y reciclaje del combustible nuclear de tres de sus cuatro reactores.

Agbobgloshie

Agbobgloshie

En Agbobgloshie un barrio suburbano de la capital de Ghana se ubica el mayor vertedero de desechos electrónicos de Africa. Se trata de una de las áreas más contaminadas por metales tóxicos del continente africano.

Para muchos ghaneses es fuente de subsistencia pero lo que les da de comer los acaba matando. Los desechos electrónicos llegan a Ghana en varios cientos de toneladas anuales procedentes de Estados Unidos, Australia y Europa, aunque la legislación ghanesa lo prohíba, cientos de menores huérfanos en su mayoría trabajan en este lugar.

La quema de cualquier tipo de plástico que se lleva a cabo allí, produce emisiones tóxicas. Combinaciones de sustancias, que están en la lista de los venenos más peligrosos del mundo y que acortan la vida a un ritmo acelerado. Trabajar en estas condiciones supone un peligro constante para la salud. Casi el 80% de los trabajadores tendrá tos crónica y cerca de la mitad parecerán un cáncer de pulmón o riñón.

Pero los que no pisan el vertedero tampoco están libres de los gases que ahí emanan. Al estar situado en la capital, cada vez que sopla el viento un humo denso y negro se cuela por cada rendija de la ciudad.

Dzerzhinsk

Dzerzhinsk

Esta ciudad terriblemente contaminada de 300.000 habitantes está localizada en Rusia a unos 400 kilómetros de la capital. Actualmente es una de las ciudades más importantes para la industria de la química rusa y lo fue en la era soviética para la fabricación de armas químicas, como el gas mostaza y el gas sarín.

Debido a las grandes cantidades de armas químicas producidas y al poco control medioambiental, los residuos altamente tóxicos eran arrojados por toda la urbe llegando a unas 300.000 toneladas entre los años 1930 y 1998. Incluso fuentes locales aseguran que en dicha urbe existen zonas en las cuales el nivel de contaminación del agua es 17 millones de veces mayor que el máximo permitido.

Las enfermedades por intoxicación son muy comunes y la esperanza de vida no sobrepasa los 47 años en los hombres y los 42 en las mujeres. En el cementerio local se puede ver una cantidad considerable de tumbas de personas enterradas por debajo de los 40 años de edad.

Poco a poco se empieza a mostrar el interés de diversas organizaciones dedicadas al cuidado del medio ambiente, aunque en su mayoría es un daño que tardará siglos en sanar por completo.

Linfen

Linfen

China es ahora la segunda economía más grande del mundo y también es el país que más contamina. Este galardón fue adquirido a través de un completo desprecio por la calidad ambiental y una obsesión por el crecimiento económico.

Una ciudad que ha sentido los efectos completos de la contaminación industrial china es Linfen. Situada al suroeste del país donde viven 4 millones de personas, una niebla espesa permanentemente se cierne sobre todo su territorio debido a la extrema contaminación que sufre esta urbe.

Un día respirando el aire con productos químicos tóxicos en Linfen es el equivalente a fumar tres paquetes de tabaco.

Una gran proporción de las personas que viven allí están sufriendo de varias enfermedades, tales como la presión arterial alta, problemas pulmonares, enfermedades del corazón, enfisema y la intoxicación por plaguicidas. Estas enfermedades están directamente relacionadas con la contaminación del aire y el agua que sufre Linfen.

Dado que la contaminación en Linfen es tan alta, la mayoría de los habitantes tienen que usar máscaras para no morir a causa de la contaminación que hay en la urbe.

Aunque el gobierno chino está tratando de poder descontaminar Linfen de su nube oscura, es un claro ejemplo de que cuanto más contaminemos el planeta en un futuro cercano estará tan contaminado que será inhabitable.

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