En el reino marino, pocas criaturas destacan por portar colmillos de marfil. De hecho, solo dos animales marinos poseen esta fascinante característica: el narval y la morsa. Estos colmillos no solo son herramientas clave para su supervivencia, sino que también los convierten en especies únicas y emblemáticas.
A continuación, exploramos sus características, curiosidades y su importancia en sus ecosistemas.
1. Narval (Monodon monoceros)
Conocido como el “unicornio del mar”, el narval es un cetáceo que habita en las frías aguas del Ártico. Su característica más distintiva es un largo colmillo en forma de espiral, que poseen mayormente los machos, aunque algunas hembras también lo desarrollan.
Este colmillo es, en realidad, un diente canino izquierdo que puede alcanzar hasta 3 metros de longitud y contiene millones de terminaciones nerviosas, lo que lo convierte en un órgano sensorial altamente especializado.
Curiosidades y datos interesantes del Narval:
- Un colmillo sensorial: El colmillo detecta cambios en la temperatura, salinidad y presión del agua.
- Símbolo mitológico: En la Edad Media, sus colmillos se vendían como “cuernos de unicornio” a precios exorbitantes.
- Flexibilidad sorprendente: Aunque es de marfil, el colmillo del narval puede doblarse ligeramente sin romperse.
- Comunicación única: Utilizan clics y silbidos para orientarse y comunicarse en las aguas oscuras del Ártico.
- Manadas sociales: Los narvales suelen viajar en grupos de 5 a 10 individuos, aunque se han registrado supermanadas de hasta 1,000.
2. Morsa (Odobenus rosmarus)
Las morsas son mamíferos marinos que habitan las regiones árticas del hemisferio norte. Tanto machos como hembras poseen largos colmillos de marfil, que pueden alcanzar hasta un metro de longitud y pesar más de 5 kg cada uno.
Estos colmillos tienen múltiples usos: les ayudan a romper el hielo, defenderse de depredadores como osos polares y orcas, e incluso a establecer jerarquías dentro de sus grupos sociales.
Curiosidades y datos interesantes de la Morsa:
- Colmillos multifuncionales: Los usan como palanca para arrastrarse fuera del agua sobre el hielo.
- Bigotes sensibles: Sus vibrisas detectan movimientos mínimos en el fondo marino, ayudándolas a localizar moluscos.
- Aislamiento extremo: Su gruesa capa de grasa las protege de las temperaturas gélidas del Ártico.
- Manadas enormes: Forman grupos sociales de hasta miles de individuos en zonas costeras.
- Habilidad acuática: A pesar de su gran tamaño, las morsas son excelentes nadadoras y pueden sumergirse hasta 80 metros.
Conclusión
El narval y la morsa son los únicos animales marinos con colmillos de marfil, y cada uno los utiliza de maneras únicas adaptadas a su entorno. Estas especies no solo destacan por su apariencia, sino también por su importancia ecológica en el Ártico, un ecosistema cada vez más vulnerable debido al cambio climático.